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jueves, 16 de febrero de 2012

FILODENDRO ROJO (Philodendron erubescens “Red Emerald”)


El filodendro rojo en su estado juvenil es una planta ideal como plantas de interior.
La familia de los Philodentdron abarca gran número de ejemplares, tanto trepador como no trepador, las mayorías de ellas muy valoradas como plantas de interior, por ser muy resistentes y llamativas, siendo plantas de interior apropiadas para ambientes poco iluminados. Su resistencia las convierte como planta principal para un grupo básico, sobre todo cuando se quiere hacer un conjunto de plantas. Se puede utilizar el filodendro trepador como mampara de fondo para otras diversas plantas de interés transitoria, un buen consejo es situarla en sitios adecuadamente iluminado, con el objetivo de exaltar una pared con las sombras proyectadas por las hojas en forma de flecha, un diseño de hojas muy bonito y original. Las diferentes especies trepadoras de filodendro pueden crecer hacia arriba en torno algún soporte previamente fijado a la pared como una red metálica, en este caso las hojas serán más grande; o extenderse por el suelo, en este último caso las hojas no se desarrollan como el primer caso. Las hojas del filodendro rojo adulto, miden de 20 a 30 cm de longitud y son de color verde oscuro, con las venas y los tallos rojos.
La mayoría de los filodendro necesita los mismos cuidados como seria temperaturas relativamente elevadas. Entre los 18 y los 24 ºC resultaría lo ideal.
No la ponga en un sitio con luz directa del sol. Esta planta en concreto el filodendro rojo tolera muy bien el ambiente de insuficiente iluminación de las escaleras y los pasillos, también se debe de decir que en este último caso poca iluminación suele perder bastante la coloración rojiza que caracteriza el envés de las hojas de esta maravillosa planta.
La tierra debe estar apenas húmeda en todo momento. El filodendro rojo es la planta ideal para las personas muy ocupadas y descuidadas.
Si se está viviendo en una casa con calefacción central, las pulverizaciones de agua frecuentes ayudarán a la planta a tolerar el escaso nivel de humedad y seguir su desarrollo y decoración.
Ponga la maceta sobre una bandeja con guijarros que retengan la humedad. De esta forma, la planta disfrutará de un ambiente más húmedo en su proximidad inmediata. No deje que la tierra absorba directamente el agua, pues si se anegara la planta podría llegar a sufrir y deteriorarse.
Abone las plantas desarrolladas o adultas de cada tres a cuatro meses con un fertilizante para plantas de hoja. Si desea que crezcan rápidamente, aplique la dosis recomendada para el filodendro rojo. Por otro lado si el filodendro rojo esta demasiada desarrollada, reduzca la dosis a la mitad.
Los filodendro juveniles trasplántelos cuando esté muy agobiado, es una planta que prefiere las raíces apretadas.
Si se utiliza turba como tierra, se tiene que tener en consideración que esta se seca rápidamente entre riegos.
Compruebe que la masa de tierra no haya encogido hasta separarse de los bordes de la maceta, pues si así sucediera, el agua se derramaría por este espacio sin penetrar en la tierra y secando la planta. Empuje la tierra con los dedos para situarla firmemente contra la maceta o rellene el faltante de tierra.

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