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viernes, 23 de abril de 2010

ARALIA SIEBOLDI (FATSIA JAPONICA)


La aralia es un frondoso arbusto de grandes hojas perennes, originario de Japón. Pertenece a la familia de las arialáceas. Resulta ideal como ornamento de una sala de estar o un recibidor. El color y la textura de sus hojas, grandes, brillantes y pecioladas, contrastan con los del tallo, que con el tiempo se vuelve leñoso.
La aralia sieboldi prefiere las temperaturas más bien bajas, entre 10º C y 15º C desde la primavera hasta el otoño. Por encima de los 18º C, las hojas se pueden volver amarillas, secas y quebradizas, y a veces se desprenden y caen. En invierno, la temperatura ideal es de 7º C a 10º C. En verano, saque la planta al exterior, pero protéjala del sol directo y de las corrientes de aire, que desgarran las hojas. Un sitio bien iluminado es lo mejor para el invierno; en verano, sitúela en una posición donde reciba luz solar indirecta.
Riéguela regularmente desde la primavera hasta el otoño, pero muy poco durante el invierno. Si la planta es grande, necesitará mucha agua durante el verano. Esta planta necesita mucha humedad para crecer sana. Rocíe regularmente las hojas con un pulverizador y asegúrese de que esté en un lugar bien iluminado y ventilado. Durante la primavera y el verano, abónela todos los meses con fertilizantes líquidos corrientes añadidos al agua del riego.
Con una dosis adecuada de fertilizantes y transplantes anuales, esta planta puede alcanzar en dos años una altura de 1,5 metros y un grueso diámetro. Si ha crecido demasiado, transplántela durante la primavera, aportando un poco de mantillo común. Utilice una maceta de barro.
Limpie de vez en cuando las hojas y aplíqueles un abrillantador con precaución. Pince los botones florales para que no se desarrollen las flores. Para que la planta conserve un aspecto frondoso, pode los extremos en primavera.

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