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sábado, 8 de mayo de 2010

FICUS RASTRERO (FICUS PUMILA)


El ficus rastrero, procedente de China, es una de las plantas más difíciles de cuidar entre los miembros del género Ficus, el más conocido de los cuales es la planta del caucho (Ficus elastica). Muchas de estas plantas exudan, al ser cortadas, una especie de goma; si este material entra en contacto con la piel, es importante lavarse bien, para prevenir reacciones alérgicas. El ficus rastrero se puede cultivar como planta colgante o trepadora sobre una rejilla o en torno a un poste de musgo. En este último caso, los tallos se entrecruzan, formando una frondosa masa de vegetación, y las raíces aéreas de la planta penetran en el poste en busca de apoyo. Los ejemplares más grandes pueden cubrir fácilmente un muro y llegan a alcanzar hasta 9 metros. En las plantas adultas, las hojas son considerablemente más grandes que en las jóvenes.
El ficus rastrero tolera temperaturas de hasta 7º C, pero prefiere una gama que oscile entre 16 y 21º C.
Sitúe esta planta en un lugar con buena luz indirecta, protegida de los rayos del sol. Procure mantener la tierra apenas húmeda en todo momento; las necesidades de agua son moderadas en verano y mínimas en invierno. Las raíces de este ficus son muy propensas a la descomposición, por lo que el nivel de humedad es un factor esencial para el éxito.
Esta planta necesita una elevada humedad ambiental; la sequedad del aire la afecta mucho más que a otros ficus. Puede que sea difícil conseguir la humedad necesaria. Coloque la maceta sobre guijarros que retengan la humedad y asegúrese de que la tierra no absorbe directamente el agua de la bandeja. Mantenga los guijarros húmedos pero no empapados y coloque el tiesto sobre éstos; servirán de protección sobre la acción directa del agua.
Abone las plantas bien desarrolladas dos veces al año con un fertilizante especial para plantas de hoja.
Transplante el ficus rastrero cuando las raíces no tengan espacio para crecer, quizás una vez al año, con tierra que no sea de marga. Los ejemplares más grandes no son fáciles de transplantar, sobre todo si crecen sobre un soporte de rejilla. En este caso, elimine una capa de 4 centímetros de espesor de la tierra y sustitúyela por tierra nueva.
Pode los extremos de la planta para favorecer un desarrollo frondoso.

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